Si hablamos de aventura en Tailandia, podemos empezar mencionando la famosa calle de Bangkok: Khaosan Road. Cualquier cosa es posible aquí. Bares con la música a tope, vendedores ofreciendo de todo (desde ropa chulísima y barata hasta escorpiones a la bbq), sillones en medio de la calle para hacerte un masaje en los pies… Imprescindible en el check list: perderse un rato en esta calle y ver si acabas haciéndote un masaje, comiéndote un escorpión o tatuándote en uno de los estudios que hay escondidos en los callejones.
Después de haber comentado todo esto, os pido un favor: no os quedéis solo con lo de los escorpiones a la bbq. La comida callejera en Tailandia es todo un banquete para los sentidos. Desde Pad Thai (que lógicamente nada tienen que ver con los que podemos encontrar en España) por menos de 2€, hasta el ‘’mango sticky rice’’ una combinación explosiva de Mango y arroz dulce. Todo increíblemente delicioso. Eso sí, la sorpresa será si el ‘’no spicy’’ es real o no.
Sin salir de Bangkok, podemos encontrarnos unos pequeños vehículos motorizados llamados ‘’tuk-tuk’’. Digo pequeños, pero pueden caber entre 2 o 12 personas según le parezca al conductor. Viento en la cara, tráfico caótico y una moto de 125 cc con 3, 4 o 5 adultos montados encima. Tailandia en su pura esencia.
Desde la agitada Bangkok, podemos dirigirnos a Phuket. Ríete tú de que ‘’NY nunca duerme’’. Phuket es una locura y maravilloso a partes iguales. Playas increíbles, restaurantes exclusivos, puestos y mercados de artesanía, opciones nocturnas que van desde discotecas enormes hasta \»kioskos\» de madera con música en medio de la calle. Y, advertencia: las fiestas en la playa podrían competir con las de Hollywood, con fuegos artificiales incluidos.
Para culminar con las aventuras que puedes vivir en Tailandia, podríamos destacar la increíble vida submarina que puedes descubrir en las islas. Corales, tortugas, pequeños tiburones (o incluso el tiburón ballena si tienes suerte). Si te gusta bucear, esta experiencia es taaaan mágica que con una sola inmersión todo el viaje habrá merecido la pena.
Déjame terminar dándote un último consejo (que entenderás si finalmente te decides a visitar Tailandia): ¡mira a ambos lados antes de cruzar, porque eso sí que es una aventura!